Chiang Mai, es según he leído, la segunda ciudad más poblada de Tailandia. A mi, me dio la impresión de estar en un pueblo y no de estar en una metrópoli asiática. Me encantan las metrópolis asiáticas sobrepobladas con sus variedades: pobreza, mercadillos, templos y centros comerciales de lujo. Chiang Mai me pareció una agradable ciudad. Ideal de pasear, con un centro histórico amurallado, un canal que recorre el cuadrilátero perfecto que conforma la ciudad antigua. Más allá Chiang Mai ha crecido desproporcionadamente y con muchos templos esparcidos.
La llegada al hotel Mandarin Oriental Dhara Dhevi es sencillamente espectacular, es la entrada a otro mundo, a un mundo de edificios todos ellos artesanalmente construidos, a modo de antigua villa lana nortailandesa. Madera trabajada y esculpida combinada con dorados brillantes y cemento blanco inmaculado. Un viaje visual por la cultura arquitedctónica de la región Lanna y sus influencias de Birmania y Laos.
Rodeado de arrozales, jardines frondosos y surcos de agua que hicieron de mi estancia una marco incomparable (y demasiado corto).
El coche eléctrico me condució hasta la villa 15, una casa espectacular con dos plantas, con vistas a los arrozales y con todo el espacio necesario para estar más que cómoda: una terraza exterior con jacuzzi y vistas para relajarme, una gran salón, con su kitchenette y hasta una sauna de vapor. En la planta superior, una habitación con cama con dosel y mosquitera que recordaba vagamente otros tiempos, un amplísimo baño suite con vestidor, bañera circular interior y ducha exterior.
Otra terraza con techo para disfrutar de las noches estrelladas de Chiang Mai. Sencillamente FANtástica.
Cinco edificios coloniales conforman las habitaciones Standard. Sinceramente, son tan grandes como cualquier suite de hotel urbano, tienen su living, su gran baño y techos altísimos. Incluso las suites del edificio colonial son de dos plantas con ascensor interno Todo un lujo.
El desayuno variado y abundante, pude probar una mermelada deliciosa de chocolate negro y banana, otro apunte para mi memoria gastronómica y que por suerte pude comprar en su Oriental Shop.
Y una muestra más del afamado servicio de los hoteles Mandarin Oriental: el primer día pregunté en el restaurante del desayuno, el Akaligo, si tenían Nutella y no tenían, una lástima. El segundo día a mi llegada vinieron a ofrecerme enseguida la Nutella y una sincera sonrisa. Todo un detalle! Akaligo está abierto todo el día para comidas informarles.
El Hotel cuenta con 108 habitaciones repartidas en 60 hectáreas de verde terreno, por lo que ofrece además más propuestas gastronómicas y muy variadas: Farang Ses es el aclamado restaurante francés del hotel y el más reconocido de la región. Yo no fui porque en Tailandia como tailandés. El restaurante chino Fujian que tampoco probé por el mismo motivo. Y finalmente Le Grand Lanna es el restaurante tailandés que ofrece a diario durante la cena entre ocho y nueve, danzas tailandesas con graciles y preciosas bailarinas ataviadas con trajes típicos. Toda perfección, maquillaje, combinación de colores, peinado. La comida y servicio muy bien.
Muchos de los vegetales y especias que se comen en los restaurantes son recogidos en el jardín de vegetales orgánico del hotel.
El arroz de los arrozales se reparte entre la comunidad local.
El Horn Bar es un bar donde tomarse una copa, decorado con colores oscuros y rojizos predominando el ambiente, las cientos de bustos/máscaras antiguos que cuelgan de las paredes forman parte de una colección única procedente de Birmania. El lugar perfecto para empezar la noche y la fiesta gastronómica.
Son hoteles para disfrutar cada uno de sus rincones, cada paseo y cada oferta que tienen para entretener al huésped más exigente.
No sólo es entretener, en este caso, ofrecen clases de doblar hojas de palma para convertirlas en formas singulares como animales o flores. El arte de pintar papel es otro de los que se enseña en el pueblo de la artesanía dentro del mismo hotel.
Otra de las actividades es el deporte, desde utilizar las instalaciones del gimnasio perfectamente equipado, a participar en las sesiones matinales de yoga, a tomar clases de Muay Thai Boxing, el boxeo tailandés donde la utilización de codos y piernas está permitido. Todo un ejercicio que no me parecía al principio demasiado inspirador y que me encantó.
Tranquilamente se podría estar en el Mandarin Oriental Dhara Dhevi durante una semana y no encontrar ni un minuto de aburrimiento.
Tema aparte es su spa. Dheva Spa está situado en el edificio de torres lanas antiguas, y cada unas de sus dieciocho suites de tratamientos son inmensas. Sencillamente único. Ofrecen más de cien tratamientos diferentes, no tienen un folleto con las propuestas, sino que tienen un libro con los masajes y tratamientos que proponen.
Todo ello en dieciocho suites y además cuentan con toda una parte dedicada sólo a tratamientos ayurvédicos.
Es único por diseño y por concepto. Los amantes de los mejores spas del mundo tienen que pasar por aquí.
He estado en cientos de hoteles de cinco estrellas y algunos de ellos considerados de super lujo. Mandarin Oriental Dhara Dhevi forma parte de aquellos en los que además me acompañarán a diario en mis memorias de los momentos únicos. Sus impresionantes edificios y sus servicios perfectos le llevan al top de mis hoteles preferidos del mundo.
Para ver más fotos y video clicar aquí.
martes, 26 de julio de 2011
sábado, 23 de julio de 2011
Hotels: Four Seasons Resort Koh Samui
El aeropuerto de Koh Samui es lo que yo describiría como un pequeño y simpático aeropuerto: sus salas de espera están en casitas con el techo típico tailandés, sin cristales ni puertas. La zona de check in y la de llegadas también carecen de aire acondicionado por lo mismo, por estar al aire libre. A mi llegada tomé un taxi que me condució hasta el Resort de Four Seasons. Llegaba con el convencimiento que mi estancia sería memorable pues soy seguidora de @FSThailand y @FSKohSamui en Twitter y por referencias del mundo de la hotelería de lujo mundial. En unos quince minutos llegué a la entrada del Resort, una entrada más bien pequeña y discreta, flanqueada por una gran puerta. Personal sonriente me recibió. No parecía absolutamente la entrada de un Resort referencia mundial, pero enseguida que me abrieron la puerta pude ver el pequeño hall de recepción que está a lo alto de una colina con vistas espectaculares de las aguas turquesas de Koh Samui. Durante el check in me ofrecieron una bebida helada de lychi.
Eso era la discreta entrada a mi viaje al paraíso durante 3 días.
El coche eléctrico me llevó a mi villa, sí digo villa porque es una casa con piscina infitinita propia de 15 metros, habitación muy generosa y baño de decoración clásica tailandesa
, con los colores del mar, azul suave y madera de teca. Techos altísimos y una elegancia exquisita. Todas las villas están situadas en la ladera de la colina y todas ofrecen vistas al mar. Unos 100 metros cuadrados en total.
Me encantó el detalle que tuvieron, con galletas con el logo de Twitter. Los hoteles Four Seasons y yo tenemos muy buena relación 2.0.
El Resort está rodeado por un ingente y exótico jardín, 856 cocoteros fueron preservados en la construcción del Resort. Pasear por sus caminitos y ahorrarse el coche eléctrico es un ejercicio recomendado. Me encantó. Un ejército de jadineros cuida que todo esté impecable para el disfrute de los huéspedes.
60 villas, todas ellas con piscina y 13 residencias permanentes espectaculares conforman el Resort. Un restaurante tailandés el Lan Tania con guiños a la cocina italiana me deleitó una cena memorable, no perderse la ensalada de papaya y gambas picante y su sopa agridulce de mariscos. A pie de playa con oferta internacional, el restaurante informal Pla Pla donde degusté una barbacoa de mariscos impresionante. Muchos de los productos, como los pescados, mariscos y verduras son de proveedores locales. Intentan abastecerse de kilómetro cero lo máximo posible.
Eso era la discreta entrada a mi viaje al paraíso durante 3 días.
El coche eléctrico me llevó a mi villa, sí digo villa porque es una casa con piscina infitinita propia de 15 metros, habitación muy generosa y baño de decoración clásica tailandesa
, con los colores del mar, azul suave y madera de teca. Techos altísimos y una elegancia exquisita. Todas las villas están situadas en la ladera de la colina y todas ofrecen vistas al mar. Unos 100 metros cuadrados en total.
Me encantó el detalle que tuvieron, con galletas con el logo de Twitter. Los hoteles Four Seasons y yo tenemos muy buena relación 2.0.
El Resort está rodeado por un ingente y exótico jardín, 856 cocoteros fueron preservados en la construcción del Resort. Pasear por sus caminitos y ahorrarse el coche eléctrico es un ejercicio recomendado. Me encantó. Un ejército de jadineros cuida que todo esté impecable para el disfrute de los huéspedes.
60 villas, todas ellas con piscina y 13 residencias permanentes espectaculares conforman el Resort. Un restaurante tailandés el Lan Tania con guiños a la cocina italiana me deleitó una cena memorable, no perderse la ensalada de papaya y gambas picante y su sopa agridulce de mariscos. A pie de playa con oferta internacional, el restaurante informal Pla Pla donde degusté una barbacoa de mariscos impresionante. Muchos de los productos, como los pescados, mariscos y verduras son de proveedores locales. Intentan abastecerse de kilómetro cero lo máximo posible.
Quiero destacar la labor del jefe pastelero por los deliciosos panes y su variedad, así como pasta, madalenas, brioches, etc en el desayuno. Tuve el honor de conocer el nuevo chef ejecutivo, el catalán Alex Garés que tan sólo llevaba tres meses en el Resort y que está empezando a aplicar su excelente visión ya demostrada en una experimentada carrera:. Alex lideró la apertura del restaurante Lasarte en Barcelona y después estuvo tres años en un hotel de lujo en las Maldivas. Juventud y experiencia para Four Seasons.
Su spa es conocídísimo y ha recibido varios premios mundiales, tan sólo cinco villas, todas ellas situadas en un tranquila área del Resort, prácticamente escondido en un camino flanqueado por arboles bambús, palmeras y cocoteros y la sensación de entrar en un mundo aparte. Las villas con parte externa de ducha, relax y jacuzzi son preciosas. Su masaje estrella son los rituales de la luna, Moon’s rituals en los que se aplican masajes o depilaciones según las fases lunares. Tuve la suerte de poder mimarme con un masaje con varias técnicas tailandesas ancestrales, aplicando las compresas de hierbas calientes y con masaje por zonas.
El Resort consta también de una librería con una gran oferta de películas, música y libros. El Kids for All Seasons, la zona de entretenimiento para niños con programa diario pensado sólo para los más pequeños. Un gimnasio con vistas espectaculares y una sala en la playa para practicar yoga a las 8 de la mañana. Asi empecé yo mis días en el Four Seasons Resort, ejercitando mi cuerpo y mente enfrente de la playa.
Y lo que muchos huéspedes buscan: una playa prácticamente privada, con su piscina infinita, sus palmeras y su agua azul turquesa. Los simpáticos empleados, traen helados de coco o chocolate a los que están en las tumbonas. Ideal para el relax.
Después de haber visitado varios hoteles de cinco estrellas en Koh Samui afirmo que el Resort Four Seasons es por sus villas, vistas, servicio y gastronomía el mejor Resort de Samui. Sin duda intentaré volver, tres días me supo a muy poco.
Para ver más fotos, clicar aquí.
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viernes, 15 de julio de 2011
Hotels: Phulay Bay, Ritz-Carlton Reserve
El color púrpura es el color de la mala suerte para los artistas italianos, como en España es el amarillo. En Tailandia el color púrpura es el color de la monarquía, y la monarquía es realmente una institución muy respetada y querida a pesar de los devaneos políticos entre el poder democrático y los camisas rojas, que ha conducido a un cambio de gobierno hace escasas semanas. Política a parte, el color púrpura es mi color preferido. Y es también el color predominante en toda la reserva Phulay Bay de Ritz-Carlton en Krabi, al sur de Tailandia. .
Llegar al Reserve es un impacto para la vista, las altísimas paredes de color púrpura con sus 2500 velas encendidas al atarcedecer y el clásico e imponente edificio de recepción donde te dan la bienvenida con una sonrisa y una bebida refrescante para apagar la sed
Phulay Bay en Krabi es el hotel ideal para poder hacer el island hoping, saltar de isla en isla, bucear por las islas Ao Nang,
bucear con tiburones y alrededor de la ultrafamosa isla Phi Phi, hacer trekking por los difrentes parques nacionales como Kao Prak o Khao Phaom Bencha, o visitar la cultura tailandesa local como eltemplo Wat Bang Rieng o el Wat Tham Seua (Templo cueva del tigre).
O simplemente para no hacer nada y disfrutar de las magnificas villas, en su mayoría con piscina privada, o de la enorme piscina infinita al borde del Mar de Andamán mientras de degusta un Sri Trangtini (cocktail picante) o de las vistas y del Dolce Far' Niente
El lujoso resort cuenta con 54 villas exclusivas, de seis categorías diferentes y de de unos 175m2, diseño moderno pero con un toque oriental que se nota en casa detalle. Cuentan con la cama más grande del mundo: 4 metros de largo y 2 de ancho. Las familias con niños son bienvenidas y pagan a partir de los 6 años. Puertas pintadas a mano por un pintor local y todas ellas diferentes con temas, dibujos de inspiración de antiguas historias de hombres y mujeres sonriendo. Evidentemente cafetera de último modelo, facilidades para el té, la última tecnología con su televisor, DVD y estación de ipod.
Detalles como dos tipos albornoces, uno de seda púrpura con sus zapatillas a juego, y otro de algodón para salir elegante de la ducha. Amenities como enjuague bucal de tamaño grande o un set de manicura con su estuche de piel. Mini bar gratuito. Atención plena a todas las necesidades del huésped. Detalles que sólo se encuentran en pocos hoteles del mundo.
Cenar una barbacoa en la playa a la luz de las velas, o una cena romántica en el jardín de la propia villa, o en el increíble restaurante Lae Lay con una piscina que rodea toda la villa y esto enfrente al mar. Chupa chups de chocolate con sorbete de fruta tropical o mini plátano flambeado con envoltura de chocolate
o Mouse de mango con hamburguesa de chocolate son postres que pude disfrutar y que se han quedado en mi memoria gastronómica para siempre. El chef francés Gaetan Biesuz sabe lo que se hace para deleitar a los paladares de los viajeros más exigentes.
Su página web no sirve de referencia para quien quiera hacerse una idea de lo que se encontrará, no refleja la maravillosa realidad del Reserve. Recomiendo hasta que no cambien o mejoren la web, entrar a ver mis fotos en mi página de Facebook de Sonia Travel Guides.
Phulay Bay es el lujo elevado a su máxima potencia, el amor a los pequeños detalles, a los deseos del huésped y al absoluto respeto por la comunidad y cultura locales. Privacidad, villas de unos 175m2, diseño moderno pero con un toque oriental que se nota en casa detalle, los mejores amenities, gastronomía de altísimo nivel. El que es, seguramente, uno de los mejores spas de Tailandia, con una zona de relax con jacuzzi inmenso y una sauna de 35m2 con toda una pared acristalada con vistas al exótico jardín. Todo a 45kms del aeropuerto de Krabi. Enfrente del Mar de Andamán y de sus famosas formaciones rocosas y playas idílicas.
Cada día se ofrecen una serie de actividades gratuitas para los huéspedes, yo misma participé en yogilates y caminatas por la playa. Un gimnasio equipado con las máquinas más modernas abierto las 24 horas del día. Deportes náuticos como kayak o snorkelling son otras de las actividades que se ofrecen en Phulay Bay. Queriendo se puede estar con actividad durante todo el día.
Y los martes visita de un elefante para el disfrute de los huéspedes, niños y no tan niños!
Se oyen los pajaritos pipiando y de lejos el sonido de las olas batiendo suavemente contra la playa. Y a veces se oye a lo lejos el paso sigiloso de los siete coches eléctricos que facilitan la vida a los huéspedes: el butler o mayordomo está a la disposición del huésped. Siempre sonriente, siempre atento a sus deseos..
Y también se puede celebrar una boda en un entorno mágico, disponen de cuatro ubicaciones diferentes para proponer al futuro matrimonio. Mi preferida sería el pabellón tailandés auténtico enfrente del mar o casi mejor el área de recepción del hotel que es de impacto. Difícil decidirse por el lugar, ambos marcos únicos. En mi caso, el lugar perfecto para unas vacaciones de lujo y de relax.
Es un honor haber estado en Phulay Bay, el concepto de Reserve que Ritz-Carlton ha desarrollado para el sector del lujo, para las personas que han crecido en un entorno determinado y viajando a los mejores hoteles del mundo. O también, por qué no, para regalarse unas vacaciones exclusivas y únicas. Y sinceramente creo que el lujo está en los detalles y en el perfecto servicio en todo momento de una plantilla motivada, joven y comprometida con crear el entorno perfecto para unas vacaciones inolvidables.
Estoy contenta de haber descubierto este secreto exclusivo, y de saber que la ya cadena americana Ritz-Carlton tiene previsto abrir más Reserve en los próximos años, a los que querré ir sin dudarlo y que se convertirán, sin duda en un must para los viajeros crecidos en hoteles de lujo. Los Reserve es rizar el rizo de la exclusividad.
Para ver mis fotos, clicar aquí.
Llegar al Reserve es un impacto para la vista, las altísimas paredes de color púrpura con sus 2500 velas encendidas al atarcedecer y el clásico e imponente edificio de recepción donde te dan la bienvenida con una sonrisa y una bebida refrescante para apagar la sed
Phulay Bay en Krabi es el hotel ideal para poder hacer el island hoping, saltar de isla en isla, bucear por las islas Ao Nang,
bucear con tiburones y alrededor de la ultrafamosa isla Phi Phi, hacer trekking por los difrentes parques nacionales como Kao Prak o Khao Phaom Bencha, o visitar la cultura tailandesa local como eltemplo Wat Bang Rieng o el Wat Tham Seua (Templo cueva del tigre).
O simplemente para no hacer nada y disfrutar de las magnificas villas, en su mayoría con piscina privada, o de la enorme piscina infinita al borde del Mar de Andamán mientras de degusta un Sri Trangtini (cocktail picante) o de las vistas y del Dolce Far' Niente
El lujoso resort cuenta con 54 villas exclusivas, de seis categorías diferentes y de de unos 175m2, diseño moderno pero con un toque oriental que se nota en casa detalle. Cuentan con la cama más grande del mundo: 4 metros de largo y 2 de ancho. Las familias con niños son bienvenidas y pagan a partir de los 6 años. Puertas pintadas a mano por un pintor local y todas ellas diferentes con temas, dibujos de inspiración de antiguas historias de hombres y mujeres sonriendo. Evidentemente cafetera de último modelo, facilidades para el té, la última tecnología con su televisor, DVD y estación de ipod.
Detalles como dos tipos albornoces, uno de seda púrpura con sus zapatillas a juego, y otro de algodón para salir elegante de la ducha. Amenities como enjuague bucal de tamaño grande o un set de manicura con su estuche de piel. Mini bar gratuito. Atención plena a todas las necesidades del huésped. Detalles que sólo se encuentran en pocos hoteles del mundo.
Cenar una barbacoa en la playa a la luz de las velas, o una cena romántica en el jardín de la propia villa, o en el increíble restaurante Lae Lay con una piscina que rodea toda la villa y esto enfrente al mar. Chupa chups de chocolate con sorbete de fruta tropical o mini plátano flambeado con envoltura de chocolate
o Mouse de mango con hamburguesa de chocolate son postres que pude disfrutar y que se han quedado en mi memoria gastronómica para siempre. El chef francés Gaetan Biesuz sabe lo que se hace para deleitar a los paladares de los viajeros más exigentes.
Su página web no sirve de referencia para quien quiera hacerse una idea de lo que se encontrará, no refleja la maravillosa realidad del Reserve. Recomiendo hasta que no cambien o mejoren la web, entrar a ver mis fotos en mi página de Facebook de Sonia Travel Guides.
Phulay Bay es el lujo elevado a su máxima potencia, el amor a los pequeños detalles, a los deseos del huésped y al absoluto respeto por la comunidad y cultura locales. Privacidad, villas de unos 175m2, diseño moderno pero con un toque oriental que se nota en casa detalle, los mejores amenities, gastronomía de altísimo nivel. El que es, seguramente, uno de los mejores spas de Tailandia, con una zona de relax con jacuzzi inmenso y una sauna de 35m2 con toda una pared acristalada con vistas al exótico jardín. Todo a 45kms del aeropuerto de Krabi. Enfrente del Mar de Andamán y de sus famosas formaciones rocosas y playas idílicas.
Cada día se ofrecen una serie de actividades gratuitas para los huéspedes, yo misma participé en yogilates y caminatas por la playa. Un gimnasio equipado con las máquinas más modernas abierto las 24 horas del día. Deportes náuticos como kayak o snorkelling son otras de las actividades que se ofrecen en Phulay Bay. Queriendo se puede estar con actividad durante todo el día.
Y los martes visita de un elefante para el disfrute de los huéspedes, niños y no tan niños!
Se oyen los pajaritos pipiando y de lejos el sonido de las olas batiendo suavemente contra la playa. Y a veces se oye a lo lejos el paso sigiloso de los siete coches eléctricos que facilitan la vida a los huéspedes: el butler o mayordomo está a la disposición del huésped. Siempre sonriente, siempre atento a sus deseos..
Y también se puede celebrar una boda en un entorno mágico, disponen de cuatro ubicaciones diferentes para proponer al futuro matrimonio. Mi preferida sería el pabellón tailandés auténtico enfrente del mar o casi mejor el área de recepción del hotel que es de impacto. Difícil decidirse por el lugar, ambos marcos únicos. En mi caso, el lugar perfecto para unas vacaciones de lujo y de relax.
Es un honor haber estado en Phulay Bay, el concepto de Reserve que Ritz-Carlton ha desarrollado para el sector del lujo, para las personas que han crecido en un entorno determinado y viajando a los mejores hoteles del mundo. O también, por qué no, para regalarse unas vacaciones exclusivas y únicas. Y sinceramente creo que el lujo está en los detalles y en el perfecto servicio en todo momento de una plantilla motivada, joven y comprometida con crear el entorno perfecto para unas vacaciones inolvidables.
Estoy contenta de haber descubierto este secreto exclusivo, y de saber que la ya cadena americana Ritz-Carlton tiene previsto abrir más Reserve en los próximos años, a los que querré ir sin dudarlo y que se convertirán, sin duda en un must para los viajeros crecidos en hoteles de lujo. Los Reserve es rizar el rizo de la exclusividad.
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jueves, 7 de julio de 2011
Restaurants: Las Noches de Arola
Hace unos días dediqué un post a mi terraza preferida de Barcelona, pero aseguro que una terraza sea mi preferida, no significa que me gusten muchas otras terrazas, pues en Barcelona, por suerte tenemos muchas y entre ellas, varias de espectaculares donde yo acostumbro a encontrarme con amigos y disfrutar de mi ciudad.
Las terrazas colaboran a evadir mi mente, a no tener que someterme a un espacio, a un punto fijo, sino a disfrutar de un espacio infinito y de una arquitectura única.
Hace unos días descubrí una terraza que todavía no conocía, sí conocía el Hotel Arts (operado por una de mis cadenas hoteleras de lujo preferidas, The Ritz Carlton) del cual soy una fan: me encanta por su elegancia, por su trato educado de sus empleados y por sus restaurantes, pero la terraza de Arola de noche no la conocía: un amplio espacio con sillones blancos de piel bajos, donde se cabe con amplitud y es de muy agradable.
El reputado chef abrió hace unos años su único restaurante en Barcelona y aunque tiene mucha fama, yo no lo he comido allí, pero su fama le precede. Propuestas como el Menú Gastro-Sostenible (52€) que Sergi Arola ha diseñado con el objetivo de fomentar la sensibilidad hacia el consumo responsable de los alimentos (algunas de las especias se recogen directamente de huerto que tiene en la terraza, como la menta para los cocktails); como el Menú Tapeo (70€) compuesto por nueve tapas, por tandas servidas al centro de la mesa para compartir, y al final, un Momento Dulce y un postre. También se puede disfrutar de las famosas Tapas y Platillos (de la Huerta, del Mar y de la Montaña). Lee que apetece, verdad?
La mayoría de tapas se pueden tomar en la terraza, que es lo que yo hice, y atención, acompañadas por deliciosos cocktails entre los que probé uno totalmente sorprendente por su originalidad y por su sabor delicioso: el Mediterráneo, magníficamente descrito por el Comidista de El País. Color azul y con albahaca, sólo digo eso. Total!
En su exterior es donde está la fantástica terraza, con vistas al mar y al puerto olímpico. Y en esta terraza los jueves tienen actuaciones en directo, jazz o poco rock amenizan las noches estrelladas de Barcelona cerca del mar. Esto son Las Noches de Arola, otro must de Barcelona. Información actualizada en su página de Facebook.
Otro punto a favor es que el parking es gratuito en el Hotel Arts para los barceloneses que se acerquen. Yo he estado una vez y voy a volver. Soy muy fan.
Las terrazas colaboran a evadir mi mente, a no tener que someterme a un espacio, a un punto fijo, sino a disfrutar de un espacio infinito y de una arquitectura única.
Hace unos días descubrí una terraza que todavía no conocía, sí conocía el Hotel Arts (operado por una de mis cadenas hoteleras de lujo preferidas, The Ritz Carlton) del cual soy una fan: me encanta por su elegancia, por su trato educado de sus empleados y por sus restaurantes, pero la terraza de Arola de noche no la conocía: un amplio espacio con sillones blancos de piel bajos, donde se cabe con amplitud y es de muy agradable.
El reputado chef abrió hace unos años su único restaurante en Barcelona y aunque tiene mucha fama, yo no lo he comido allí, pero su fama le precede. Propuestas como el Menú Gastro-Sostenible (52€) que Sergi Arola ha diseñado con el objetivo de fomentar la sensibilidad hacia el consumo responsable de los alimentos (algunas de las especias se recogen directamente de huerto que tiene en la terraza, como la menta para los cocktails); como el Menú Tapeo (70€) compuesto por nueve tapas, por tandas servidas al centro de la mesa para compartir, y al final, un Momento Dulce y un postre. También se puede disfrutar de las famosas Tapas y Platillos (de la Huerta, del Mar y de la Montaña). Lee que apetece, verdad?
La mayoría de tapas se pueden tomar en la terraza, que es lo que yo hice, y atención, acompañadas por deliciosos cocktails entre los que probé uno totalmente sorprendente por su originalidad y por su sabor delicioso: el Mediterráneo, magníficamente descrito por el Comidista de El País. Color azul y con albahaca, sólo digo eso. Total!
En su exterior es donde está la fantástica terraza, con vistas al mar y al puerto olímpico. Y en esta terraza los jueves tienen actuaciones en directo, jazz o poco rock amenizan las noches estrelladas de Barcelona cerca del mar. Esto son Las Noches de Arola, otro must de Barcelona. Información actualizada en su página de Facebook.
Otro punto a favor es que el parking es gratuito en el Hotel Arts para los barceloneses que se acerquen. Yo he estado una vez y voy a volver. Soy muy fan.
sábado, 2 de julio de 2011
Hotels: Termes de Montbrió
De un hotel busco que sea bonito, que la estancia me aporte una experiencia positiva en mi memoria, que la gastronomía me acompañe cuando piense en él, que la simpatía de sus empleados sea digna de mención, que la habitación sea cómoda y agradable y que allá donde esté ubicado tenga excursiones que ofrecerme… El resultado de esta búsqueda de destino fue hace unos días el Hotel Termes de Montbrió. Como su nombre indica, está ubicado en el municipio de Montbrió del Camp, cerca de Reus, tan sólo a una hora y cuarto de distancia de Barcelona y está rodeado de campos de olivos y almendros. Su fama le precede, ya que en Cataluña este hotel es referencia en el mundo de la hostelería y por sus termas y si todo el mundo hace comentarios positivos tendrá su motivo. Decidí pues comprobarlo hace unos días.
Mencionar también, que mi fuente de información más importante es Twitter, y gracias a Twitter he podido seguir el día a día de las actividades tanto del hotel como de Aquatonic 2.0 y ver sus ofertas, concursos y múltiples actividades. Y en realidad, fue lo que despertó mi curiosidad por visitarlo.
Ubicado también cerca de los mejores campos de golf y a pocos minutos de las playas de Cambrils, el Hotel Termes de Montbrió es uno de los mejores Resort & Spa de Europa siendo todo un referente turístico de la Costa Daurada. Pertenece al prestigioso grupo hotelero Andorrano Roc Blanc
La bienvenida empezó en la recepción, un check- in rápido, ágil y eficaz seguido de la oferta de trasladar nuestro coche al garaje. Servicio llaves en mano, como en un hotel de cinco estrellas gran lujo, sí señor!
El hotel dispone de 214 habitaciones, amplias, con vistas y modernamente equipadas. Y además dispone de ocho suites de las cuales cinco son temáticas: británica, flor de loto, toscana, mil y una noches y flor de loto. Lo dicho: totalmente personalizadas. Tuve la suerte de dormir en la suite Toscana con el baño de mármol, bañera jacuzzi con ducha independiente y salón de estar con sofá totalmente separado del dormitorio.
No me quedé en la habitación, me fui al magnífico centro termal, a disfrutar de la tranquilidad, relax, bañerita, chorros, sauna turca y sauna finlandesa, hasta que llegó la hora de mi masaje californiano de 50 minutos. 50 fantásticos minutos que pasaron en un plis. Salí como nueva.
Y de allí me dirigí al Aquatonic, el centro de Aguas termales naturales que aporta al organismo todas las propiedades terapéuticas de los minerales de unas aguas verdaderamente especiales, fuente de salud y de pureza ancestral que nos ayudan a reencontrar la armonía y la energía necesarias para dar más calidad de vida a nuestros años.
Con una superficie en aguas termales de más de 1.000 metros cuadrados, en el espacio Aquatonic se puede disfrutar de múltiples juegos termo-lúdicos: cascadas laminares, jets de hidromasaje rápidos circulares, micro-burbujas y grutas con baños greco-romanos. De día es una cosa, y de noche el lugar perfecto para disfrutar de una experiencia única con discjokey, juegos de luces y momentos mágicos. Yo no lo pude vivir pero me cuentan que es diferente, que se tiene que probar. Así tengo una excusa para volver.
Lo que más me gustó del Aquatonic: su zona de grutas naturales con aguas termales y las divertidas corrientes circulares. Lo que menos: que en fin de semana hay más gente de la deseada, pues no es sólo para los huéspedes del hotel, sino que también se abren las puertas a todos aquellos que quieren pasar una jornada diferente de relax y diversión.
Termes de Montbrió ocupa la antigua finca conocida como l’Horta Florida, y su edificio más antiguo es el marco perfecto para celebraciones, banquetes o cenas al aire libre como yo tuve la suerte de poder disfrutar por la noche, en un ambiente único, un buffet libre y barbacoa. El final perfecto para un día redondo.
Decir que al día siguiente, el desayuno ofrecía todo tipo de alimentos y delicatessen locales, incluídos unos deliciosos embutidos, quesos y un espectacular chocolate deshecho. Reconozco ser muy exigente con el tema chocolate, y este era negro y del bueno. Punto mejorable: no tienen Nutella. Sería perfecto si ofreciesen Nutella en el desayuno buffet.
Por sus instalaciones es además un marco perfecto para presentaciones, reuniones de empresa, y como no, bodas. Yo fui por primera vez al hotel hace unos años para una convención, y sus salas de reuniones y l’Hemicicle con una capacidad de 172 personas, con tecnología state-of-the art que responde a las necesidades de las empresas más exigentes y que además se puede combinar perfectamente con la parte del ocio de Aquatonic.
Un hotel cuatro estrellas con servicio cinco estrellas formidablemente conducido desde hace unos meses por la joven Mireia Besó, con una carrera hotelera forjada en la prestigiosa ELH en Lausanne, donde se forman los mejores profesionales de la alta hotelería mundial y habiendo trabajado en el hotel de Nueva York de una de las cadenas de lujo de referencia mundial: Mandarin Oriental . Mireia demuestra con su energía e ideas, querer mantener el Termes de Montbrió en el lugar de referencia que siempre ha merecido tener. Entusiasta y positiva, está volcando todas sus energías en ofrecer a los huéspedes una estancia memorable, como la que yo me llevé. En definitiva, Termes de Montbrió es un must para los que queramos vivir una experiencia diferente.
Mencionar también, que mi fuente de información más importante es Twitter, y gracias a Twitter he podido seguir el día a día de las actividades tanto del hotel como de Aquatonic 2.0 y ver sus ofertas, concursos y múltiples actividades. Y en realidad, fue lo que despertó mi curiosidad por visitarlo.
Ubicado también cerca de los mejores campos de golf y a pocos minutos de las playas de Cambrils, el Hotel Termes de Montbrió es uno de los mejores Resort & Spa de Europa siendo todo un referente turístico de la Costa Daurada. Pertenece al prestigioso grupo hotelero Andorrano Roc Blanc
La bienvenida empezó en la recepción, un check- in rápido, ágil y eficaz seguido de la oferta de trasladar nuestro coche al garaje. Servicio llaves en mano, como en un hotel de cinco estrellas gran lujo, sí señor!
El hotel dispone de 214 habitaciones, amplias, con vistas y modernamente equipadas. Y además dispone de ocho suites de las cuales cinco son temáticas: británica, flor de loto, toscana, mil y una noches y flor de loto. Lo dicho: totalmente personalizadas. Tuve la suerte de dormir en la suite Toscana con el baño de mármol, bañera jacuzzi con ducha independiente y salón de estar con sofá totalmente separado del dormitorio.
No me quedé en la habitación, me fui al magnífico centro termal, a disfrutar de la tranquilidad, relax, bañerita, chorros, sauna turca y sauna finlandesa, hasta que llegó la hora de mi masaje californiano de 50 minutos. 50 fantásticos minutos que pasaron en un plis. Salí como nueva.
Y de allí me dirigí al Aquatonic, el centro de Aguas termales naturales que aporta al organismo todas las propiedades terapéuticas de los minerales de unas aguas verdaderamente especiales, fuente de salud y de pureza ancestral que nos ayudan a reencontrar la armonía y la energía necesarias para dar más calidad de vida a nuestros años.
Con una superficie en aguas termales de más de 1.000 metros cuadrados, en el espacio Aquatonic se puede disfrutar de múltiples juegos termo-lúdicos: cascadas laminares, jets de hidromasaje rápidos circulares, micro-burbujas y grutas con baños greco-romanos. De día es una cosa, y de noche el lugar perfecto para disfrutar de una experiencia única con discjokey, juegos de luces y momentos mágicos. Yo no lo pude vivir pero me cuentan que es diferente, que se tiene que probar. Así tengo una excusa para volver.
Lo que más me gustó del Aquatonic: su zona de grutas naturales con aguas termales y las divertidas corrientes circulares. Lo que menos: que en fin de semana hay más gente de la deseada, pues no es sólo para los huéspedes del hotel, sino que también se abren las puertas a todos aquellos que quieren pasar una jornada diferente de relax y diversión.
Termes de Montbrió ocupa la antigua finca conocida como l’Horta Florida, y su edificio más antiguo es el marco perfecto para celebraciones, banquetes o cenas al aire libre como yo tuve la suerte de poder disfrutar por la noche, en un ambiente único, un buffet libre y barbacoa. El final perfecto para un día redondo.
Decir que al día siguiente, el desayuno ofrecía todo tipo de alimentos y delicatessen locales, incluídos unos deliciosos embutidos, quesos y un espectacular chocolate deshecho. Reconozco ser muy exigente con el tema chocolate, y este era negro y del bueno. Punto mejorable: no tienen Nutella. Sería perfecto si ofreciesen Nutella en el desayuno buffet.
Por sus instalaciones es además un marco perfecto para presentaciones, reuniones de empresa, y como no, bodas. Yo fui por primera vez al hotel hace unos años para una convención, y sus salas de reuniones y l’Hemicicle con una capacidad de 172 personas, con tecnología state-of-the art que responde a las necesidades de las empresas más exigentes y que además se puede combinar perfectamente con la parte del ocio de Aquatonic.
Un hotel cuatro estrellas con servicio cinco estrellas formidablemente conducido desde hace unos meses por la joven Mireia Besó, con una carrera hotelera forjada en la prestigiosa ELH en Lausanne, donde se forman los mejores profesionales de la alta hotelería mundial y habiendo trabajado en el hotel de Nueva York de una de las cadenas de lujo de referencia mundial: Mandarin Oriental . Mireia demuestra con su energía e ideas, querer mantener el Termes de Montbrió en el lugar de referencia que siempre ha merecido tener. Entusiasta y positiva, está volcando todas sus energías en ofrecer a los huéspedes una estancia memorable, como la que yo me llevé. En definitiva, Termes de Montbrió es un must para los que queramos vivir una experiencia diferente.
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