Hotel Carlemany, está ubicado en la la zona comercial a la entrada del centro antiguo de la magnífica ciudad de Girona. El hotel dispone de 82 amplias y modernas habitaciones, con TV pantalla plana, mini bar, decoradas con telas y mobiliario de gran calidad y muy agradables. El hotel fue totalmente renovado en 2008.
Su restaurante El Pati Verd es un oasis gastronómico rodeado por una cuidada vegetación que transporta los comensales. Tradición y creatividad son la oferta gastronómica a cargo del chef Xavi Arrey. Una alta y elaborada cocina de mercado da paso a una gran variedad de colores, olores y aromas familiares. Degustar la exquisita y amplia carta de temporada, o si se prefiere degustar el sugerente menú degustación. Su menú de mediodía es conocido por los habitantes de Girona por su variedad y calidad.
Quiero destacar la importancia para los viajeros de poder disfrutar de wifi gratuito en el hotel, así como un ordenador a disposición de los huéspedes con internet. Dispone de diversas salas de conferencias y reuniones con una capacidad máxima de hasta 450 personas, siendo uno de los hoteles de la ciudad con más capacidad para albergar convenciones.
El hotel Carlemany es también un hotel comprometido con el arte contemporáneo, sinónimo de arte y diseño. Pinturas y esculturas de importantes artistas tales como Gil Granero que combinan de manera brillante con un novedoso y moderno diseño de sus habitaciones, ofreciendo así una de las mejores opciones de alojamiento en la magnífica ciudad de Girona.
sábado, 28 de noviembre de 2009
domingo, 22 de noviembre de 2009
Restaurants: 3
El nombre del restaurante sorprende como su cocina, su ubicación y su simpatía. 3 es la segunda parte del 83 pues este restaurante está en los bajos del magnífico hotel de diseño Granados 83, que como su nombre indica está situado en la calle Enric Granados número 83 de Barcelona.
El hotel es una delicia para los amantes del diseño como yo, este es un diseño diferente, con un aire más industrial pero combinado con arte hindú y budista (incluido algún mosaico romano) que le da un carácter vanguardisa y urbano único para un hotel en el centro de Barcelona. Además, se puede disfrutar de una de las mejores terrazas de la ciudad y la cocina en el 8, el restaurante ubicado en dicha terraza que ofrece cenas o copas en los meses de verano.
En el 3 hay un patio donde también se puede disfrutar de la comida con tranquilidad y con una comodidad inusual. Con una capacidad para unas 40 personas, el restaurante ofrece un menú de mediodía po 16€, así como una carta variada, lo que ellos mismos llaman: Un nuevo concepto de "cocina de hotel" con los platos más sorprendentes de influencia mediterránea y las materias primas de mayor calidad.
El servicio excelente con camarareros vestidos de diseño (acorde con el lugar), en un entorno con lámparas de cables esféricos, jarrones de plástico directamente traídos de una de mis tiendas favoritas: la del MOMA de Nueva York, todo el ambiente muy bien, però lo más importante es que comí muy bien (gnocchi con pesto, pollo con salsa de sidra, crema catalana "a la nostra manera") e importante: a un precio muy aceptable.
Es un restaurante muy de diseño pero al mismo tiempo me sorprendió el toque final a mi comida: la originalísima carta de té y todo servido con un juego de porcelana realmente japonés. Salí encantada.
Totalmente recomendable.
El hotel es una delicia para los amantes del diseño como yo, este es un diseño diferente, con un aire más industrial pero combinado con arte hindú y budista (incluido algún mosaico romano) que le da un carácter vanguardisa y urbano único para un hotel en el centro de Barcelona. Además, se puede disfrutar de una de las mejores terrazas de la ciudad y la cocina en el 8, el restaurante ubicado en dicha terraza que ofrece cenas o copas en los meses de verano.
En el 3 hay un patio donde también se puede disfrutar de la comida con tranquilidad y con una comodidad inusual. Con una capacidad para unas 40 personas, el restaurante ofrece un menú de mediodía po 16€, así como una carta variada, lo que ellos mismos llaman: Un nuevo concepto de "cocina de hotel" con los platos más sorprendentes de influencia mediterránea y las materias primas de mayor calidad.
El servicio excelente con camarareros vestidos de diseño (acorde con el lugar), en un entorno con lámparas de cables esféricos, jarrones de plástico directamente traídos de una de mis tiendas favoritas: la del MOMA de Nueva York, todo el ambiente muy bien, però lo más importante es que comí muy bien (gnocchi con pesto, pollo con salsa de sidra, crema catalana "a la nostra manera") e importante: a un precio muy aceptable.
Es un restaurante muy de diseño pero al mismo tiempo me sorprendió el toque final a mi comida: la originalísima carta de té y todo servido con un juego de porcelana realmente japonés. Salí encantada.
Totalmente recomendable.
sábado, 14 de noviembre de 2009
Restaurants: Koy Shunka
Hermano pequeño del conocidísimo Shunka, el Koy Shunka es la referencia de la alta gastronomía japonesa en la ciudad de Barcelona. Ubicado cerca de la catedral de barcelonesa y escondido en una calle donde no había estado nunca, la calle Copons, ciertamente no es un lugar "de paso", sino que se va al Koy Shunka o no se va a la calle Copons.
Una decoración realmente agradable, capacidad máxima para 60 personas, este restaurante japonés abierto en Septiembre 2008, ha representado para mi otro festival de la gastronomía, de la cocina auténtica y de los sabores... cómo me gusta la buena comida japonesa!!!
Oficialmente su nombre, Koy Shunka, significa "intenso aroma de temporada", aunque la palabra koy en japonés puede significar "ven" o "amor", otra versión del nombre sería "ven a Shunka". El chef Hideki Matsuhisa es el mismo propietario de su vecino Shunka.
La materia prima muy cuidada y algunos platos para recordar como las vieiras con shitake, las gambas de Palamós, tartar de atún con salsa de alga nori y salsa de soja crujiente, las vieiras asadas y topinambour a la salsa de ciruela salada japonesa... una fiesta! Todo fue regado con Cava Imperial de Gramona pues el cava casa perfectamente con la comida japonesa.
Precio alto. El menú degustación cuesta 60€.
A destacar la amabilidad del personal, y que todos son japoneses "de orígen" (no de otras nacionalidades con ojos rasgados como pasa en muchos otros restaurantes japoneses), cosa que es de agradecer, aunque también decir, que estaría muy bien que también entendieran algo de catalán, sólo recomendable, no es un must.
Volveré pronto al Koy Shunka, todavía quiero probar más de las exquisiteces que ofrece el chef.
Una decoración realmente agradable, capacidad máxima para 60 personas, este restaurante japonés abierto en Septiembre 2008, ha representado para mi otro festival de la gastronomía, de la cocina auténtica y de los sabores... cómo me gusta la buena comida japonesa!!!
Oficialmente su nombre, Koy Shunka, significa "intenso aroma de temporada", aunque la palabra koy en japonés puede significar "ven" o "amor", otra versión del nombre sería "ven a Shunka". El chef Hideki Matsuhisa es el mismo propietario de su vecino Shunka.
La materia prima muy cuidada y algunos platos para recordar como las vieiras con shitake, las gambas de Palamós, tartar de atún con salsa de alga nori y salsa de soja crujiente, las vieiras asadas y topinambour a la salsa de ciruela salada japonesa... una fiesta! Todo fue regado con Cava Imperial de Gramona pues el cava casa perfectamente con la comida japonesa.
Precio alto. El menú degustación cuesta 60€.
A destacar la amabilidad del personal, y que todos son japoneses "de orígen" (no de otras nacionalidades con ojos rasgados como pasa en muchos otros restaurantes japoneses), cosa que es de agradecer, aunque también decir, que estaría muy bien que también entendieran algo de catalán, sólo recomendable, no es un must.
Volveré pronto al Koy Shunka, todavía quiero probar más de las exquisiteces que ofrece el chef.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Restaurants: Xiringuito de l'Escribà
El Xiringuito de l'Escribà no es un restaurante elegante, su comida no es de alta gastronomía, su servicio no es el mejor, pero por ubicación, simpatía y sobretodo por sus deliciosas paellas, es uno de mis restaurantes favoritos en Barcelona.
Es el lugar ideal para una comida de negocios cuando queramos dejar mella a nuestros clientes o partners, los extrangeros cuando lo conocen, no se lo creen: el paraíso en la ciudad. Incluso en invierno se puede comer en la terraza, ver para creer.
El restaurante regentado por Joan el mayor de los hermanos Escribà, hijos del famoso pastelero Antoni, es buque insignia para comer en la playa de Barcelona, respirar Mediterráneo o tomarse una copa al anochecer. Un lugar único para una ciudad cosmopolita.
Sus entrantes: chipirones a la andaluza, croquetas de gambas o de jamón, patatas bravas o ese impresionante coca inflada con jamón encima a modo de gabardina (suena raro sí, pero es una sorpresa deliciosa!!!), de segundo plato o paella o fideuá (aunque también ofrecen otras buenas opciones) y de postres cómo no: el carrito de pasteles directamente enviados desde la pastelería, la guinda a una comida de generosas raciones, la fiesta de la gastronomía popular.
Yo no tengo dudas: cuando quiero agradar a alguien, quiero convencerle que Barcelona es una de las mejores ciudades del mundo donde mejor se come, le llevo al Xiringuito de l'Escribà!
Es el lugar ideal para una comida de negocios cuando queramos dejar mella a nuestros clientes o partners, los extrangeros cuando lo conocen, no se lo creen: el paraíso en la ciudad. Incluso en invierno se puede comer en la terraza, ver para creer.
El restaurante regentado por Joan el mayor de los hermanos Escribà, hijos del famoso pastelero Antoni, es buque insignia para comer en la playa de Barcelona, respirar Mediterráneo o tomarse una copa al anochecer. Un lugar único para una ciudad cosmopolita.
Sus entrantes: chipirones a la andaluza, croquetas de gambas o de jamón, patatas bravas o ese impresionante coca inflada con jamón encima a modo de gabardina (suena raro sí, pero es una sorpresa deliciosa!!!), de segundo plato o paella o fideuá (aunque también ofrecen otras buenas opciones) y de postres cómo no: el carrito de pasteles directamente enviados desde la pastelería, la guinda a una comida de generosas raciones, la fiesta de la gastronomía popular.
Yo no tengo dudas: cuando quiero agradar a alguien, quiero convencerle que Barcelona es una de las mejores ciudades del mundo donde mejor se come, le llevo al Xiringuito de l'Escribà!
domingo, 8 de noviembre de 2009
Restaurants: Yashima
Como es conocido tengo una debilidad por Asia, y evidentemente por la comida asiática, pero en el caso de la comida japonesa, es otro tipo de debilidad, pues no puedo enmarcar la gastronomía japonesa como especiada ni especialmente picante, ni como un festival de sabores exóticos como podría ser el caso de la comida tailandesa, camboyana o india. La comida japonesa es otro concepto: es el respeto por los sabores auténticos y por la tradición de su cultura milenaria.
El Yashima es desde 1989 el referente de la comida japonesa en Barcelona. Lugar habitual para regalarse un sushi de gran calidad o algún pescado a la plancha en el teppan-yaki donde la mejor materia prima es cocinada delante del cliente. Su tempura en su punto justo que eleva a la categoría de delicia gastronómica un simple frito.
No hay nada como sumergirse en su ambiente tradicional y comer japonés sentado sobre el tatami 畳 en una de sus koshitsu 個室 o habitaciones-comedor privadas. El restaurante es muy grande, tiene cabida para unas 140 personas, y está dividido en la parte superior donde se encuentra la barra del sushi más un gran salón adaptable para grupos seguido del teppan-yaki, y en la parte inferior hay tres kotatsu (las habitaciones japonesas con la mesa a ras de suelo)y un zashiki (salón privado).
El servicio es excelente aunque poco japonés por lo que a mi me hubiese gustado, pero tampoco es de más importancia que la que tiene.
El precio sin vinos puede rondar los 50€, pero son 50€ de calidad y de disfrutar la gastronomía japonesa.
El Yashima es desde 1989 el referente de la comida japonesa en Barcelona. Lugar habitual para regalarse un sushi de gran calidad o algún pescado a la plancha en el teppan-yaki donde la mejor materia prima es cocinada delante del cliente. Su tempura en su punto justo que eleva a la categoría de delicia gastronómica un simple frito.
No hay nada como sumergirse en su ambiente tradicional y comer japonés sentado sobre el tatami 畳 en una de sus koshitsu 個室 o habitaciones-comedor privadas. El restaurante es muy grande, tiene cabida para unas 140 personas, y está dividido en la parte superior donde se encuentra la barra del sushi más un gran salón adaptable para grupos seguido del teppan-yaki, y en la parte inferior hay tres kotatsu (las habitaciones japonesas con la mesa a ras de suelo)y un zashiki (salón privado).
El servicio es excelente aunque poco japonés por lo que a mi me hubiese gustado, pero tampoco es de más importancia que la que tiene.
El precio sin vinos puede rondar los 50€, pero son 50€ de calidad y de disfrutar la gastronomía japonesa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)